Córdoba: detuvieron a un hombre acusado de chocar a propósito para matar a su novia
Nayara tenía 17 años cuando murió en 2017. Su familia siempre creyó que había sido un femicidio y no un accidente.
La investigación por la muerte de Nayara Ibarbia dio un vuelco en las últimas horas con la detención de un hombre de 31 años y el cambio de hipótesis de accidente a femicidio. Tres años después, la Justicia de Córdoba arrestó e imputó a quien era su novio y manejaba el auto que chocó contra un camión estacionado en la localidad de Monte Maíz, en 2017.
“Estamos felices por un poco de justicia, siempre quisimos que él estuviera preso, que pague lo que le corresponde porque a nosotros nos arruinó. Mi hija había cumplido 17 años en febrero de 2017, no pudo disfrutar nada de la vida”, dijo a La Voz su mamá, Valeria Contín.
La causa fue iniciada por el fiscal Oscar Aliaga, quien se jubiló en 2018. La hipótesis del femicidio fue cobrando fuerza con la nueva fiscalía a cargo de Isabel Reyna y ayer se ordenó finalmente la detención de Gustavo Villarreal por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género, un delito cuya única pena posible es la prisión perpetua.
El hecho ocurrió en abril de 2017, cuando Nayara iba en el auto con Villarreal y chocaron de frente contra un camión estacionado. Ella murió después de agonizar una semana por los gravísimos traumatismos que sufrió por el impacto. En cambio, él apenas tuvo algunas fracturas y se recuperó al poco tiempo.
La familia de Nayara nunca creyó que su muerte hubiera sido un accidente, pero en ese momento el fiscal Aliaga caratuló el caso como homicidio culposo – como un choque – y Villarreal no pasó hasta ahora ni un día detenido. El vínculo entre ambos nunca le cerró al entorno de la adolescente, pero ya era tarde cuando confirmaron sus sospechas.
“Después de que murió mi hija me empecé a enterar quién era él, y de episodios de violencia que tuvo con parejas anteriores… sentimos mucha impotencia”, se lamentó Valeria. Y remarcó: “Ni él ni su familia pidieron siquiera disculpas, nunca se mostraron tristes ni dolidos, yo creo que nunca les interesó la vida o la muerte de Nay”.
El avance que tuvo ahora la investigación le devolvió la expectativa de conseguir al menos un poco de paz, algo que no siente desde que murió su hija. “Queremos que pague lo que le corresponde porque a nosotros nos arruinó la vida”, cerró.